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En Hungría, el 1 de noviembre es el Día de Todos los Santos y el 2 de noviembre es el Día de los Difuntos. Según la creencia popular, las almas de los muertos encuentran descanso, paz y alivio a su sufrimiento.
En muchos lugares, se creía que en la noche entre las dos fiestas, los difuntos decían misa en la iglesia y volvían a casa acompañados por el sonido de las campanas.
Por ello, en algunos lugares era costumbre ponerles una mesa y encender una lámpara en cada habitación para que los espíritus que regresaban pudieran orientarse en la casa.
Aunque sigue siendo tradición ir al cementerio y recordar a los familiares, Halloween también es cada vez más popular.Guías en Budapest: budapestmylove@gmail.com