Los nombres de las calles de Budapest han cambiado a menudo en función de los regímenes políticos vigentes.
Siempre había que reimprimir los mapas y aprender los nuevos nombres.
Cuando cambia el nombre de una calle, la placa con el nombre antiguo debe permanecer (por ley) al menos dos años, tachada en rojo.
Si una calle lleva el nombre de una persona, deben haber pasado al menos 5 años desde su muerte. El nombre de la calle no puede cambiarse hasta pasados 15 años.
Por eso, la generación actual de 60-70 años sigue reuniéndose en la "Plaza de Moscú" (ahora Plaza Széll Kálmán) o recuerda la "Plaza de la Liberación" o la "Carretera del Ejército Rojo".
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